Un blog escolar para que, juntos, aprendamos un poquito más.
miércoles, 27 de octubre de 2010
SE NECESITA SACAR ESCOMBROS
Una buena forma de prepararse para la próxima evaluación de Aritmética es haciéndolo con actitud positiva. Y para ello, nada mejor que resolver este problemita.
Si tenés que mejorar tu promedio general ya sabés lo que debés hacer: tendrás que «arremangarte» -como siempre digo-, estudiar y ejercitarte con mentalidad ganadora.
A propósito: te regalo esta frase que se le atribuye a un gran filósofo chino, llamado Confucio, que vivió 500 años antes de Cristo (para que veas que algunas cosas no cambian con el tiempo). Él decía:
«Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes».
¡Ánimo! Te pedimos que hagas este esfuerzo porque sabemos que contás con la capacidad necesaria.
Para extraer y cargar en camiones los escombros de una demolición se alquila una máquina cuyo costo, incluido el operario, es de $ 180 la hora.
Los escombros se pueden transportar en 14 camiones de 3 toneladas de capacidad cada uno. Para llenar cada uno de estos camiones se tardan 40 minutos y el alquiler de cada uno es de $ 300.
La empresa transportista ofrece camiones más grandes, de 7 toneladas de capacidad. Para llenar cada uno de estos camiones más grandes, se tarda una hora y 20 minutos, y el alquiler de cada uno es de $ 750.
¿Cuál de las dos opciones tiene menor costo? (*)
A enfrentar este desafío matemático con garra.
(*) El problema fue extraído del libro «Problemas 13» de la Olimpíada Matemática Ñandú. Autoras: Julia Seveso y Graciela Ferrarini. Ed. Red Olímpica. Buenos Aires, 2005.
A pedido del público incluyo un problemita más (de los sencillos). Chicos, a aprovechar las oportunidades... no dejen pasar este tren.
Agustina, Betina y Camila fueron juntas a comprar un regalo de cumpleaños. Agustina llevaba $ 100 y pagó el regalo. El regalo costó $ 84. Repartieron el gasto en partes iguales. Betina le dio su parte. Camila sólo le dio la mitad de su parte. ¿Cuánto dinero le quedó a Agustina? (*)
Bueno, como se habrán dado cuenta este problema es muy fácil de resolver. Tan fácil es que casi no es un problema; por lo tanto, no se vale ayuda. El «desafío» está en que lo resuelvan solos.
(*) El problema fue extraído del libro «Problemas 13» de la Olimpíada Matemática Ñandú. Autoras: Julia Seveso y Graciela Ferrarini. Ed. Red Olímpica. Buenos Aires, 2005.
Cuatro amigos salen de paseo y nos invitan a resolver este sencillo problema. Es muy simple, sólo basta con leer comprensivamente el enunciado y... a sacarle punta al lápiz.
Cuatro amigos tienen $ 54 para gastar entre todos, en una salida. Estiman gastar un total de $ 6 en transporte y $ 5 cada uno en la entrada al parque de diversiones.
¿Cuánto puede gastar cada uno en comida? (*)
Y, como me gusta decir... ¡a mover esas neuronas!
(*) El problema fue extraído del libro «Problemas 13» de la Olimpíada Matemática Ñandú. Autoras: Julia Seveso y Graciela Ferrarini. Ed. Red Olímpica. Buenos Aires, 2005.
Siempre me maravillaron los temas relacionados con el espacio exterior.
Cuando iba a 1º Grado (hace mucho, muuucho tiempo), mi libro de lectura se llamaba «Lunita de plata». Todavía recuerdo el placer que me daba recorrer sus páginas y, sobre todo, observar detenidamente la portada que mostraba una brillante Luna mientras cinco gnomos jugaban con ella.
Por aquellos años hacía poco que el hombre había llegado a nuestro satélite y yo soñaba con tocar su superficie y caminar como había visto que lo hacían los astronautas...
Con cinco o seis años me pasaba horas viendo la Luna preguntándome qué serían esas manchas que, como grandes pecas, salpicaban su cara. Sin poder quitar la vista de ella, fascinado por su brillo, pensaba sugestionado por mi primer libro de lectura: «debe ser de plata».
En mi ingenuidad, algo de razón tenía: anteayer la NASA confirmó que, además de plata, se encontró hielo de agua, oro, calcio, sodio, amoníaco y otras sutancias en pequeñas proporciones en la superficie lunar.
Ahora bien, ¿cuál será el futuro de la más hermosa compañera nocturna de la Tierra?
¿Será en poco tiempo el segundo astro del sistema solar más contaminado? ¿O ya estará en marcha un proyecto de desmantelamiento del nuestro único satélite?
Imagen del film «La máquina del tiempo», dirigida por Simon Wells, de 2002
¿La colonización de la Luna traerá aparejado lo pronosticado por Herbert Wells en su novela «La máquina del tiempo»? ¿O sucederá algo similar a lo narrado en la serie de televisión «Cosmos 1999»?
¿Nos quedará algo de Luna para los poetas y románticos? ¿A qué le aullarán los lobos enamorados si el hombre -en su infinita codicia- saquea a quien, desde siempre, nos acompaña en el eterno paseo en torno al Sol?
Bueno, no seamos apocalípticos. Esperemos que nada de esto ocurra. No obstante, -según publicó el diario La Nación en agosto de 2009,- en EE.UU. ya están haciendo planes para instalar una base lunar a fin de poder explorar más detenidamente su suelo.
Nuevo vehículo de exploración lunar desarrollado por la NASA
El sistema solar es un sistema planetario perteneciente a la galaxia Vía Láctea. Dentro de ésta se ubica en el denominado «Brazo de Orión». Vale decir que, nuestro Sol y los ocho planetas que giran en torno a él, somos una pequeñísima parte de un sistema mucho mayor, como lo muestra la representación artística que ves a la derecha.
El sistema solar está compuesto por un conjunto de astros que giran alrededor del Sol. Esos astros son los cometas, los meteoros, los asteroides, la Tierra y otros planetas con sus satélites.
Las estrellas que vemos por la noche están muy lejos de nuestro planeta y no pertenecen a nuestro sistema planetario.
El Sol
El Sol es la estrella más cercana a la Tierra. Se trata de una inmensa bola de gases ardientes, principalmente hidrógeno (73 %) y helio (25 %). El hidrógeno es el combustible de las reacciones nucleares que producen la energía solar.
Su diámetro es cien veces mayor que el diámetro de la Tierra.
El Sol es una estrella parecida a las demás. Tiene un brillo medio, lo que significa que hay estrellas mucho más brillantes.
La energía del Sol llega a la Tierra como luz y calor.
Los cometas
Los cometas son cuerpos formados por material rocoso, hielo y polvo. En estos astros se distinguen dos partes: el núcleo y la cola. Su apariencia es muy vistosa a causa de la luz que emite su cola.
Como los cometas forman parte del Sistema Solar, giran alrededor de nuestra estrella. El camino que recorren se llama órbita y es una curva cerrada de forma alargada. La mayor parte del tiempo, los cometas están muy lejos y no son visibles desde la Tierra.
Estos astros poseen un núcleo formado por roca y hielo, por lo tanto van perdiendo parte del material y luego de pasar muchas veces cerca del Sol, desaparecen.
Los planetas
Los planetas son astros que giran alrededor del Sol. En el Sistema Solar hay ocho planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Hasta el 24 de agosto de 2006, Plutón formaba parte de nuestro sistema solar como un planeta más. No obstante, los científicos reunidos en una asamblea que se llevó a cabo en esa fecha convinieron en denominarlo «planeta enano» y lo excluyeron de esa categoría. Su tamaño es incluso menor a nuestro satélite, la Luna.
Estos son los planetas de nuestro sistema solar, por orden de proximidad al Sol: Mercurio, Venus, Tierra y Marte reciben el nombre de «planetas interiores». Tienen características muy similares, por ejemplo, los cuatro están formados básicamente por rocas.
Los planetas restantes son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, y se conocen como «planetas exteriores». Comparten dos características que los identifican: son mucho más grandes que la Tierra y están formados principalmente por materiales gaseosos.
Ahora te invito a que, poniendo en juego lo que leíste, te diviertas con esta actividad elaborada por Marta Meilán Fuentes de A Coruña, Comunidad Autónoma de Galicia, España, y extraída de http://clic.xtec.cat/es/index.htm.
Con gran alivio, anoche presenciamos el rescate de los 33 mineros chilenos que estuvieron atrapados en las entrañas de la mina San José, en el desierto de Atacama, al norte de la vecina República de Chile.
El mundo entero los considera héroes, y con justa razón: durante 70 días vivieron en condiciones infrahumanas. A la ausencia de sol durante todo ese tiempo hay que sumarle la excasa iluminación artificial, los 40º C de temperatura del refugio, el 100 % de humedad de dicho ambiente y la incertidumbre de no saber, hasta último momento, si todos podían llegar a la superficie.
Pienso que el aislamiento fue comparable al que viven los astronautas que orbitan nuestro planeta, sólo que estos últimos cuentan con un entrenamiento específico para afrontarlo.
Para concebir la magnitud de la epopeya de estos trabajadores basta con imaginar sus pensamientos, y el de sus familiares y amigos, cuando transcurrieron los primeros días después del derrumbe, en esas jornadas desesperantes en las que no era posible ni siquiera saber su suerte.
El presidente chileno, Sebastián Piñera Echenique, anunció que, en el lugar de la tragedia, se erigirá un monumento para recordar la hazaña del rescate. Desde nuestro modesto blog educativo hacemos votos para que también ordene una investigación para encontrar a los responsables del accidente, y para que se mejoren las condiciones de trabajo de sus compatriotas.
Este año la adversidad se ensañó con nuestros hermanos chilenos: al terrible terremoto de febrero le siguió otro poco tiempo después, en marzo, a los que debemos sumarles los respectivos tsunamis.
Por todo esto, vaya nuestro más sincero reconocimiento y admiración al pueblo trasandino por haber demostrado una extraordinaria capacidad de organización y respuesta ante semejantes desastres.
Hace más de 500 años los europeos no conocían el mundo tal como lo conocemos hoy. Además de Europa, sólo sabían de la existencia de Asia y de una parte de África.
Los españoles viajaban hacia oriente, precisamente a lo que entonces denominaban Catay y Cipango (China y Japón) para comerciar y buscar, entre otras cosas, especias; es decir, vegetales aromáticos como la pimienta, el azafrán y el clavo de olor, que se usan para condimentar y preservar las comidas.
Cristóbal Colón estaba convencido de que navegando por el Océano Atlántico hacia el oeste, llegaría al este, a las Indias (una importante región de Asia que comprendía desde la actual India hasta China y Japón).
Al llegar a la actual América en un primer momento los españoles creyeron haber arribado a destino, pero, en realidad, se encontraron con los habitantes originarios de nuestras tierras, una gran variedad de etnias con sus culturas y tradiciones milenarias.
En pocos años conocieron las enormes riquezas que había en este territorio y, para adueñarse de ellas, emprendieron la conquista.
De allí en más nada fue igual: la superioridad militar de los europeos les permitió dominar rápidamente a las distintas culturas aborígenes puesto que contaban con caballos -un animal desconocido en tierras americanas- y armas más poderosas. Por otra parte, involuntariamente trajeron enfermedades que hasta entonces no existían en esta región del planeta, como el tifus, la fiebre amarilla y la viruela.
Los europeos, primero con la conquista y más tarde con la colonización, impusieron a los indígenas sus lenguas, su religión y sus costumbres, y se adueñaron de sus recursos. Así, los pueblos originarios estuvieron obligados a obedecer.
Cuando escribo estas palabras, en 2010, en la República Argentina aún se denomina oficialmente «Día de la Raza» la fecha que conmemora la llegada de Cristóbal Colón a nuestro continente.
El nombre de esta efeméride -bastante polémico, por cierto- no es el más acertado porque, ¿a qué raza hace referencia? ¿A la de los conquistadores? ¿O a la de los pueblos que fueron conquistados?
Por otra parte, a mediados del siglo XX comenzó a dejar de usarse el término «raza» para referirse a los seres humanos, pues una cultura no se construye a partir de un grupo humano de características físicas similares.
Con el tiempo, sobre todo a fines del siglo pasado y a comienzos del XXI, algunos países americanos fueron cambiando el nombre de esta fecha. Aquí, algunos ejemplos:
Venezuela: en 2002 cambia su nombre a Día de la Resistencia Indígena.
Chile: a partir de 2000 se la llama Día del Descubrimiento de Dos Mundos.
En Costa Rica, desde el año 1994, se denomina Día de las Culturas.
En Uruguay, actualmente se la llama Día de las Américas.
En nuestro país, a partir de 2011, el 12 de octubre conmemorará el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.
Aquí te muestro un video, hecho por Héctor Tierno de la República Oriental del Uruguay, llamado «Digo la mazamorra», con letra de Antonio Esteban Agüero, música de Carlos «Peteco» Carabajal e interpretado por este último artista.
Prestá atención a la letra, que nos habla de la íntima comunión de los pueblos originarios y la Madre Tierra -la Pachamama-, y el genuino agradecimiento por todo lo que ella nos brinda.
Es interesante que, en un día como el de hoy, reflexionemos sobre la importancia de valorar y respetar la variedad cultural presente en todas las sociedades del mundo, a fin de que no surjan la discriminación y la xenofobia, que tanto han dividido -y dividen- al ser humano.
En las escuelas argentinas durante mucho tiempo se habló de «Descubrimiento de América». A vos qué te parece: ¿fue un descubrimiento? ¿Qué postura toma quien dice que Colón «descubrió América»?
Casi al final de la canción «Digo la mazamorra» se canta:
«Hay ciudades que ignoran su gusto americano
y muchos que olvidaron su sabor argentino.»
¿Qué te sugieren estos versos?
Observá detenidamente la primera imagen que muestra el video. ¿Por qué se habrá cartografiado todo el mundo tal como lo vemos en cualquier mapa?
Con respecto a lo de las «famosas» pantallas azules, te cuento -por si no lo sabías- que hasta le pasó al mismísimo Bill Gates junto a su gerente de programa, en abril de 1998, mientras hacían una demostración de las bondades de Windows 98. ¿No me creés? Mirá este breve video.
En fin, dejemos de lado la anécdota.
Les decía que muchos usuarios sufren estos problemas porque creen que no existen otros sistemas operativos...¡y gratis!
-¡De nuevo el profe se volvió loco! En un mundo donde casi todo se compra y vende, me habla de un sistema operativo gratuito y libre de usar.
Pues no, ya en otra entrada dije que puedo parecer loco... pero no lo estoy.
Existe una gran variedad de sistemas operativos, algunos los tenés que comprar (como Windows, AIX o MacOS) y otros son totalmente gratuitos (Fedora, OpenSUSE, Debian, Linux Mint, Mandriva, Solaris, Knoppix, Gentoo, etc.). Así es, como lo estás leyendo gratis y libres de usar como quieras. Estos últimos son los llamados genéricamente GNU/Linux.
Ubuntu
Un sistema operativo de estas características, que además se está volviendo muy popular, es Ubuntu.
Pero, ¿el sistema operativo Ubuntu es tan bueno como Windows? Por supuesto que sí. Ubuntu es mucho mejor que el sistema de Microsoft. Y no sólo lo dice el profe Horacio (quien mientras escribe esto está usando la última versión, la Lucid Lynx 10.04.1) sino también la revista Users, una conocida publicación especializada en software. En el número 232, de septiembre de 2010, se afirma que Ubuntu es un «sistema operativo que está a la par de Windows y que, incluso, lo supera en algunos aspectos. No sólo es más rápido, sino que también es mucho más seguro que el producto de Microsoft. Además, al utilizar Ubuntu podemos olvidarnos de programas antimalware y similares» (Revista Users, núm. 232, página 40).
¿Cuáles son las ventajas de usar Ubuntu? (O cualquier distribución GNU/Linux)
Veamos algunos aspectos esenciales:
Es libre. Esto significa que podés aprender cómo funciona y modificar su funcionamiento. Por otra parte, vos sos libre de prestar, dar, copiar o distribuir tu CD de Ubuntu a quien quieras. Por supuesto que tenés que tener conocimientos de programación. Sin embargo, esto es imposible si querés modificar Windows o cualquier otro sistema operativo propietario.
Es gratis. Quizás consigas una copia «crackeada» de Windows y para vos eso también sea «gratis»... pero no es así. Windows es un sistema operativo propietario, lo que significa que lo tenés que comprar. Si no lo hacés y te bajás una copia «trucha», es ilegal.
Es estable. Con Ubuntu (o cualquier distribución GNU/Linux) te olvidás de que tu sistema operativo se «cuelgue», se ponga lento, o pierda su configuración como por arte de magia. ¿Por qué es tan estable? Simple, porque hay cientos de miles de personas en todo el mundo trabajando para mejorarlo y atentos al más mínimo error. Y si aparece uno, lo arreglan.
Es prácticamente inmune a los virus. La posibilidad de que un virus, spyware o cualquier otro software malicioso afecte a un sistema operativo GNU/Linux es tan remota que la mayoría de las personas que lo usan directamente no instalan un antivirus.
Si te querés descargar tu propio Ubuntu, no tenés más que hacer clic aquí.
Justo hoy (10/10/10) se liberó la última versión, la 10.10 Maverick Meerkat.
Días atrás, en la hora de Ciencias Sociales, hablábamos de la importancia de que el Estado (nacional, provincial o municipal) ejerciera un efectivo control sobre las empresas que explotan los recursos naturales. En la discusión surgieron muchas respuestas interesantes y pertinentes.
Observá detenidamente esta imagen y contame qué te sugiere. Podés escribir tu respuesta aquí mismo o, si lo preferís, lo conversamos en clase.
El 29 de septiembre de 2010 se difundió por muchos medios de comunicación que un grupo de científicos estadounidenses que observaba el espacio exterior desde el observatorio W. M. Keck de Hawái, «descubrió» lo que parece ser un planeta habitable. El mismo tiene nombre: Gliese 581g. Lamentablemente, no se encuentra en nuestro vecindario, es decir en el Sistema Solar, sino que gira en torno a una estrella enana roja, llamada Gliese 581, que está ubicada «un poco» lejos de Córdoba.
Te preguntarás por qué al inicio de esta entrada escribí la palabra «descubrió», así, entre comillas. Lo que ocurre es que los estadounidenses, en realidad, no «descubrieron el agujero del mate», como decimos coloquialmente los argentinos. Ocurre que ampliaron una investigación que hicieron hace más de tres años otro grupo de astrónomos -pero en este caso integrado por suizos, franceses, portugueses y chilenos- pertenecientes a la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral), desde el Observatorio de La Silla, ubicado en la IV Región, Coquimbo, en la hermana República de Chile.
¿Por qué los investigadores creen que podría servirnos a los seres humanos? Por las mismas razones por las cuales se desarrolló la vida en el planeta Tierra: la presencia de agua en estado líquido.
Así es, este planeta extrasolar, o exoplaneta, reúne algunas condiciones básicas que harían posible la vida humana, como temperatura y atmósfera respirable.
Ahora bien, ¿cuándo podríamos hacer la mudanza? Pues, tendremos que tener paciencia: recién en 200 años estaríamos en condiciones de enviar una nave con robots a fin de poder explorar más detenidamente al planeta Gliese 581g. «¿Por qué tanto?», se preguntará algún ansioso. El verdadero problema es que se encuentra a poco más de 20 años luz de distancia. Vale decir que, si pudieramos viajar a la velocidad de la luz (sin detenernos), tardaríamos unos 20 años terrestres en poner un pie sobre este planeta.
Como recordarás, el año luz es una unidad de longitud y no de tiempo. Es la distancia que recorre la luz en un año terrestre y equivale a casi 9,5 billones de kilómetros. Así que, sacá la cuenta...
¿Ya sacaste la cuenta? Un número bastante grande, ¿no?
En consecuencia, como seres humanos, no tenemos más alternativa que cambiar nuestra mentalidad y actitud. Si seguimos perjudicando nuestro planeta, antes de lo que imaginemos no tendremos más un lugar para vivir.
Y bien, dejá volar la fantasía y contame: ¿te imaginás tener que vivir en otro planeta? ¿Cómo sería? ¿Qué podríamos hacer para no contaminarlo? Esto último, ¿podríamos aplicarlo en nuestra querida Tierra?
Me llamo Horacio Juan Sachetto y soy un docente del nivel primario convencido de la importancia de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en el mundo de hoy. Este blog pretende ser una humilde contribución al aprendizaje significativo basado en estas nuevas herramientas.
