¿NUEVO HOGAR PARA LOS SERES HUMANOS?

El 29 de septiembre de 2010 se difundió por muchos medios de comunicación que un grupo de científicos estadounidenses  que observaba el espacio exterior desde el observatorio W. M. Keck de Hawái, «descubrió» lo que parece ser un planeta habitable. El mismo tiene nombre: Gliese 581g. Lamentablemente, no se encuentra en nuestro vecindario, es decir en el Sistema Solar, sino que gira en torno a una estrella enana roja, llamada Gliese 581, que está ubicada «un poco» lejos de Córdoba.

Te preguntarás por qué al inicio de esta entrada escribí la palabra «descubrió», así, entre comillas. Lo que ocurre es que los estadounidenses, en realidad, no «descubrieron el agujero del mate», como decimos coloquialmente los argentinos. Ocurre que ampliaron  una investigación que hicieron hace más de tres años otro grupo de astrónomos -pero en este caso integrado por suizos, franceses, portugueses y chilenos- pertenecientes a la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral), desde el Observatorio de La Silla, ubicado en la IV Región, Coquimbo, en la hermana República de Chile.

¿Por qué los investigadores creen que podría servirnos a los seres humanos? Por las mismas razones por las cuales se desarrolló la vida en el planeta Tierra: la presencia de agua en estado líquido.

Así es, este planeta extrasolar, o exoplaneta, reúne algunas condiciones básicas que harían posible la vida humana, como temperatura y atmósfera respirable.

Ahora bien, ¿cuándo podríamos hacer la mudanza? Pues, tendremos que tener paciencia: recién en 200 años estaríamos en condiciones de enviar una nave con robots a fin de poder explorar más detenidamente al planeta Gliese 581g. «¿Por qué tanto?», se preguntará algún ansioso. El verdadero problema es que se encuentra a poco más de 20 años luz de distancia. Vale decir que, si pudieramos viajar a la velocidad de la luz (sin detenernos), tardaríamos unos 20  años terrestres en poner un pie sobre este planeta.

Como recordarás, el año luz es una unidad de longitud y no de tiempo. Es la distancia que recorre la luz en un año terrestre y equivale a casi  9,5 billones de kilómetros. Así que, sacá la cuenta...

¿Ya sacaste la cuenta? Un número bastante grande, ¿no?

En consecuencia, como seres humanos, no tenemos más alternativa que cambiar nuestra mentalidad y actitud. Si seguimos perjudicando nuestro planeta, antes de lo que imaginemos no tendremos más un lugar para vivir.

Y bien, dejá volar la fantasía y contame: ¿te imaginás tener que vivir en otro planeta? ¿Cómo sería? ¿Qué podríamos hacer para no contaminarlo? Esto último, ¿podríamos aplicarlo en nuestra querida Tierra?